Telefónica el mal necesario...

Vengo llegando hace un momento de una, como siempre, desagradable cita en el edificio que Telefónica tiene en Concepción.

¿Está claro para todos que ésta debe ser sin duda una de las empresas más ladronas, en todo sentido, a nivel mundial?

Sólo verifiquen bien en sus boletas, cada pesito suelto por ahí va directo a sus bolsillos. Lo peor es que no contentos con eso, también malgastan nuestro tiempo y disposición, aún cuando esta sea para pagarles a ellos mismos, increíble pero cierto, nada más para que vean el nivel de lujos que se pueden dar.

Estaba obligado a esperar, porque necesitaba pagar la cuenta de internet que ya estaba atrasada por lo demás y si había llegado ahí, sacado número y todo, no me iba a devolver sin antes cumplir con mi cometido. Me daba lata no más, ver a la gente haciendo la fila después de sacar su número respectivo.

La situación era la siguiente:

Muy cerca de las 16:00, más o menos 7 u 8 módulos de atención de los cuáles sólo uno estaba en funcionamiento cuando llegué al lugar, unos minutos más tarde se agregaría otra señora en uno de los últimos módulos, pero nada más.

Imaginen al rededor de 15 personas esperando su turno y con sólo dos módulos funcionando, lo peor es que mientras nosotros vivíamos eso en el segundo piso de las oficinas ubicadas en calle Barros Arana entre Rengo y Lincoyan, en el primer piso en tanto, habían por lo menos unos tres funcionarios cómodamente instalados en sus módulos de atención sin alguien a quién atender.


Y qué se podía hacer?, reclamar?, eso fue lo que pensó una de las pacientes señoras, se dirigió al primer piso, buscó a un tipo de terno con cara de lata y le manifestó su molestia por la situación, a lo que el tipo dijo: "Lo siento señora, pero es hora de colación", lo pueden creer!!, colación a las 4 de la tarde, simplemente el colmo.

Bueno, no sigo, porque daría para mucho, pero para mi gusto ya está bueno del abuso y por lo menos, como ya pagué la Internet, ahora tengo tribuna para quejarme de nuevo.

Me comprometo a más tarde anexar un par de fotografías complementarias, cuando llegue a mi casa, porque ahora bolseo internet desde la U.

Salu2

Actualización:

Ya agregué las fotos, como pueden ver en la segunda imagen, no penaba un alma al interior de los módulos, mientras que al otro lado de los muebles, estábamos todos enfermos de lata, sin contar las personas de tercera edad que deben esperar a que se les atienda, en un trato muy inconsciente a mi parecer...




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